5 de noviembre de 2011

Trabajadoras sexuales rechazaron la creación de una zona de tolerancia




Participantes en las vistas públicas sobre la "zona rosa" en la Cámara de Diputados. LUIS GóMEZ
SANTO DOMINGO. Las trabajadoras sexuales agrupadas en diversas entidades rechazaron ayer la propuesta para la creación de una zona de tolerancia o "zona rosa" y la calificaron de discriminatoria y excluyente.

Contrario a esta posición se manifestaron los presidentes de la Unión de Juntas de Vecinos de Gascue, Vecinos Unidos para Rescatar el Malecón y Asociación de Hoteles de Santo Domingo, quienes entienden que es positivo el proyecto y deploran el

auge de la prostitución en el país.

Estas opiniones fueron expresadas en las primeras vistas públicas celebradas por la comisión permanente de Justicia de la Cámara de Diputados, que preside Demóstenes Martínez y que estudia el proyecto sometido por la legisladora Esther Minyety.

La presidenta del Movimiento de Mujeres Unidas, la regidora Jacqueline Montero, entiende que con la aprobación de dicho proyecto, en lugar de detener la prostitución, se incentivaría. "Los policías abusan de las compañeras, le quitan el dinero, extorsionan a los clientes y después hay que tener sexo con ellos de gratis. No queremos estar en un lugar que ellos nos cuiden, es como poner la caperucita al lobo", dijo la regidora, quien admitió haberse superado luego de ser trabajadora sexual. 

El Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN) rechaza el proyecto, porque contribuye al estigma y la discriminación.

A favor

Mientras que el presidente de la Unión de Juntas de Vecinos de Gascue, Huberto Henríquez, planteó que la prostitución debe ser retirada de los lugares residenciales y de las calles de Santo Domingo y ser alojada en una zona de tolerancia. 

También los Vecinos Unidos para el Rescate del Malecón, expresaron que sus habitantes están sufriendo el atropello y la vergüenza a consecuencia de la actividad de la prostitución en el lugar.

La Asociación de Hoteles de Santo Domingo, representada por Eduardo Reple, abogó por que el auge de las trabajadoras sexuales de las calles sea frenado, por entender que el mismo permea los programas de comercio y culturales de la ciudad.

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