Johan Knelsen vivió en la caja de estilo jaula, durante ocho semanas antes que llegara la policía.
Su padre, David Knelsen, un canadiense, dijo a las autoridades que su hijo estaba mentalmente enfermo y necesitaba castigarlo por el robo de tres pollos. Los medios locales informaron que Johan estaba también castigado por usar un teléfono.
La familia es parte de los denominados Menonitas, que interpretan estrictamente la Biblia y evitan el uso de la tecnología. Cuando Johan fue liberado de la caja, la policía la encontró repleta de almohadas y botellas llenas de orina.
El fiscal encargado del caso dijo que encerrar de esa forma a alguien, estaba en contra de la ley. No está permitido que nadie sea torturado física y psicológicamente dentro de una celda.
Bajo las órdenes de la policía, el padre de Johan, abrió la caja, según informa thesun.
Fuente: Gentetuya
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