SANTO DOMINGO. Por irónico que parezca, mientras la mitad de la población mundial se muere de hambre, la otra mitad padecerá de enfermedades resultantes de un exceso de alimentación, tristemente deficiente.
No podemos dejar de notar que entre los niños, la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas. En adición al problema social que representa, hay que sumarle las consecuencias de unos hábitos alimenticios que los enfermarán si no los detenemos con tiempo: aumento de riesgos cardíacos, derrames, diabetes, pérdida de visión, enfermedades renales y ciertos tipos de cáncer.
Con esta información a mano, posiblemente quiera salir a poner a dieta a su niño, que luce "saludablemente gordito". Es bueno que sepa que por regla general, los niños no deben hacer dietas. Nuestra tarea como padres es llevarlos a mantener un peso adecuado siguiendo hábitos nutricionales saludables.
El Dr. Henri Legere, es un médico pediatra estadounidense que publicó un libro de consejos nutricionales para padres pensando en los hijos, combinando 30 años de consulta, su propia experiencia como padre y mucho sentido común. De su libro "100 tips for parents. Raising Healthy Children", compartimos algunas ideas. Tome y deje, según su caso.
Consejo no. 1:
Los carbohidratos son la zapata de una dieta saludable para sus hijos.
Llevándole la contraria a la nueva tendencia de satanizar los carbohidratos de las dietas para bajar de peso, ningún nutricionista serio puede rebatir el hecho de que los hidratos de carbono son la base para una dieta saludable y sostenible para adultos y niños. Los detractores sostienen que el exceso de carbohidratos se convierte en grasa en el cuerpo, pero este grupo de alimentos, como todo en la vida, son buenos con moderación. Dicho lo anterior, acostumbre a sus niños pequeños a comer de una gama de carbohidratos integrales (arroces, pastas, cereales) que resultan mejores nutricionalmente hablando que sus primos blancos o procesados.
Consejo no. 2:
No todas las proteínas provienen de la carne
Los niños necesitan consumir del 10 al 15% de las calorías diarias de una fuente proteica para asegurar el crecimiento y la reparación de sus tejidos en desarrollo. La clave para una alimentación saludable es entender que las proteínas están disponibles de otras fuentes, no tan solo de las carnes.
Combinando con otras fuentes de proteínas vegetales aseguramos en los niños variedad y nutrición. Dónde están esas proteínas de origen vegetal? Tan cercanas como las habichuelas y la soya, que aportan adicionalmente vitaminas del complejo B, hierro, calcio, fibra y 0 colesterol.
Consejo no. 3:
Las grasas no son enemigas
De hecho, son sumamente necesarias durante el crecimiento porque no solo aportan energía, sino para completar procesos metabólicos en células y hormonas. Teniendo en cuenta que no todas las grasas son iguales, recuerde que las grasas de tipo "saturado" son las peores. Para cocina y uso diario, busque las que sean poliinsaturadas y monosaturadas. Si se trata de meriendas, al revisar las etiquetas evite los productos que indique que tiene grasas "parcialmente hidrogenadas" y grasas "trans"
Consejo no. 4:
Conozca la pirámide alimenticia
No le tenga miedo y échele el ojo. Con un poco de planificación y disciplina puede enseñar a sus hijos un sistema de alimentación saludable que le durará toda la vida. Sin entrar en muchos detalles, estas son las recomendaciones generales aprobadas por los pediatras y el departamento de Agricultura de los EEUU, para niños entre 2 y 6 años:
• Seis porciones diarias del grupo de granos y cereales
• Tres porciones diarias de vegetales
• Dos porciones diarias del grupo de las frutas
• Dos porciones diarias de carne y dos de leche y lácteos
Aprender a comer y a comer bien, se aprende desde chiquitos. Seguiremos con otros consejos en un siguiente artículo.
Subir y bajar
Otra forma sencilla de subir y bajar por la pirámide es enseñarles a los niños pequeños el concepto de comida para "todos los días" y comida "para días especiales".
La de todos los días incluye la comida saludable de los grupos de la base de la pirámide, dejando para los días especiales las galletas, el helado, el bizcocho, los dulces….que aparecen en el tope de la pirámide y que indican consumo restringido.
Con lo que saben estos muchachos, al cabo de un par de días, están ellos diciéndonos a nosotros lo que debemos comer. Imprima una imagen de la pirámide y póngala en un lugar visible para que los niños se familiaricen, opinen e interioricen los conceptos.
Fuente: Diariolibre
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