15 de septiembre de 2011

Dominicano paso 20 años en prisión y era inocente


Se interpondrá una demanda contra el Bronx, el Departamento de Policía y el de Correcciones
Carlos Morillo
NUEVA YORK._ El dominicano Carlos Morillo, de 49 años de edad y quien cumplió 20 años en la cárcel siendo inocente, será liberado el martes de la próxima semana, anunció vía telefónica su abogado Ramón W. Pagán, quien destacó que su bufete con sede en El Bronx logró que se hiciera justicia en el caso del reo criollo.

Morillo, quien emigró a Estados Unidos en la década de los noventas, fue sentenciado por el asesinato de su compatriota César Vázquez, ultimado la noche del 15 de julio de 1991.

Pagán dijo que el caso de Morillo revela dramáticamente cómo las fallas del sistema judicial de los Estados Unidos pueden enviar a gente inocente tras las rejas sin nunca haber cometido ningún crimen. Señaló que Morillo saldrá graduado de bachiller porque durante las dos décadas que ha estado preso supo aprovechar el tiempo para prepararse y reintegrarse a la sociedad como un ciudadano ejemplar.

Morillo fue convicto junto al también dominicano José García a quien se le revirtió la sentencia en el 2006 luego de que sus abogados demostraran que el día del crimen estaba en la República Dominicana. El jurado basó su veredicto en el testimonio de una testigo, residente en un edificio de la calle Bailey, donde ocurrió el asesinato de Vázquez.

Ella identificó a Morillo y García como los hombres que mataron a Vázquez, quien vendía drogas para una banda que dirigía García. Este último fue arrestado luego de haber sido deportado y entrar de nuevo ilegalmente a Nueva York.

La testigo, Penny Denor, dijo a los fiscales que reconocía a Morillo y García en las fotos que le fueron mostradas por los investigadores del caso, dirigidos por el detective de origen italiano Anthony Pezzullo. Volvió a ratificar su testimonio cuando ambos dominicanos fueron puestos en la línea de identificación. Durante la investigación ella le dijo a la policía que haber sido testigo del tiroteo cuando salía del edificio, pero se contradijo en el juicio, diciendo que vio a los hombres saliendo armados desde el interior de un vehículo y desde la ventana de su apartamento.

No pudo ratificar la identificación de Morillo hasta que los fiscales le enseñaron la foto de éste en la pasarela, lo que rechazó la defensa de los dominicanos. El abogado Pagán dijo que la mujer no pudo identificar a su defendido en la causa. "No sabía el color de su piel, pelo y no pudo dar ninguna descripción física, por lo que no se justificó la condena", agregó el jurista de origen puertorriqueño.

Aún así, el jurado creyó en su testimonio y declaró culpables a los dominicanos. Los jurados sólo tomaron un día para decidir la culpabilidad de los implicados, quienes fueron condenados entre 25 años a cadena perpetua.

La oficina de Pagán contrató un detective privado al que la supuesta testigo le confesó en febrero del 2005 que fue presionada por el detective Pezzullo para que acusara a los criollos por el asesinato, diciéndole que haría "lucir mal" a un hijo de la mujer que tenía problemas con la policía si ella no cooperaba y aseguraba en la corte que había visto a los dominicanos asesinando al compatriota.

Morillo no tiene familia en Estados Unidos y todos sus hijos viven en la República Dominicana por lo que no han tenido contacto con el padre desde hace 20 años. El jurista adelantó que se incoará una demanda millonaria contra la Fiscalía de El Bronx, la ciudad, el Departamento de Policía y el Departamento de Correcciones para reclamar compensación por la pérdida de la mitad de la vida de Morillo tras los barrotes.

El abogado se quejó de que los involucrados en el montaje de las acusaciones contra el dominicano, entre ellos el detective Pezzullo y el entonces sub fiscal William Zelenka, quienes fabricaron la testigo y evidencias, no han sido investigados por nadie, mientras cobran sus pensiones.

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