Unas 6.000 personas abandonaron Gramalote. La combinación de movimientos sísmicos y un deslave harán que el poblado "mañana o pasado ya no exista", explicó el sábado el ministro del Interior, Germán Vargas Lleres
El funcionario recorrió la zona la tarde del sábado para verificar el desalojo de la mayor parte de la población. Más tarde, advirtió en declaraciones a Radio Caracol que en el pueblo del departamento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, "las casas ya se ven resquebrajadas y una buena parte del municipio ya está sepultada".
Una gran masa de tierra y lodo comenzó a avanzar sobre el municipio el viernes. "Y, tal como va ese desplazamiento, va a tapar progresivamente gran parte del pueblo", subrayó el gobernador del departamento, William Villamizar.
En sintonía, Vargas Lleras afirmó: "Una colina contigua al municipio se está viniendo encima. Los movimientos telúricos harán que probablemente mañana (domingo) o pasado mañana ya no exista Gramalote".
Hasta el sábado, las autoridades ya habían desalojado a unos 6.000 de los cerca de 7.000 residentes urbanos y rurales de Gramalote, que en su mayoría se dedican a la ganadería y el cultivo de café. El viernes, habían ordenado la evacuación de entre 3.000 y 4.000 personas.
Más temprano, el presidente Juan Manuel Santos había dicho que las tareas de atención, recuperación y reconstrucción luego del invierno costarán entre 10 y 11 billones de pesos (de 5.000 millones a 5.500 millones de dólares).
Las lluvias de la segunda mitad del año -la primera temporada de lluvias es de marzo a junio y la segunda, de septiembre a diciembre- han sido las más intensas en décadas. Anegaron total o parcialmente unas 600.000 hectáreas de cultivos y destruyeron 3.100 viviendas. Según datos de la Cruz Roja, murieron 282 personas, hubo 267 heridos y 2,2 millones de damnificados.
Fuente: Infobae.com
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