8 de junio de 2011

La final de la NBA está empatada con la victoria de Dallas sobre Miami Heat

Los Mavericks derrotaron por 86-83 a su rival y se quedaron con el cuarto partido de la serie que definirá al campeón. Nowitzki jugó afectado por un virus gripal


Dirk Nowitzki y Jason Terry le tiraron la noche del martes un cabo salvador a Dallas Mavericks, que nuevamente vino de atrás en el marcador para derrotar 86-83 de local a Miami Heat y empatar a dos triunfos por bando la final de la temporada 2010-2011 de la NBA.

Nowitzki, que jugó afectado por un virus gripal, sólo había anotado 11 puntos hasta el tercer cuarto, pero en el último segmento sacó el extra para anotar 10 de 21 puntos del partido para ayudar a la victoria de Dallas.

"En la mañana me levanté con fiebre de 39 grados, y no tuve una buena noche. Entré cansado al partido, pero afortunadamente, el equipo defendió bien en los minutos finales y se marcaron las canastas en momentos claves", declaró Nowitzki al terminar el partido.

Terry encestó una canasta que puso delante a los Mavs 79-78 por primera vez en la segunda mitad y encestó dos tiros libres claves a 6 segundos del adios que sellaron el marcador.

La 'Hormiga Atómica' de Dallas terminó con 17 puntos. Los otros destacados a la ofensiva por los Mavs fueron Shawn Marion (16) y Tyson Chandler (13).

"De ninguna forma podíamos perder este partido de hoy. Ahora la serie vuelve a empezar de nuevo, con la ventaja que jugamos en casa otra vez", declaró Terry, que junto a Nowitzki son los únicos dos sobrevivientes del equipo que colapsó en la final de 2006 ante Miami.

El entrenador de Dallas, Rick Carlisle, sorprendió al abrir con J.J. Barea en la posición de base, y el pequeño el puertorriqueño se creció al aportar 8 puntos, tres rebotes y cuatro asistencias, y realizar varias jugadas espectaculares.

"Salí a hacer lo que el equipo me pidió, que era mover la bola y ponerle dinámica al partido. Sacamos una buena victoria y estamos de nuevo en la pelea", indicó Barea.

Dallas realizó en este choque un gran trabajó al neutralizar al peligroso LeBron James, que por primera vez en más de cuatro años no terminó con dobles dígitos al irse con apenas 8 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias.

Dwyane Wade fue el mejor por Miami con 32 cartones, escoltado por Chris Bosh, con 24.

El quinto juego de esta serie al mejor de siete se llevará a cabo el jueves, también en Dallas, estado de Texas.

Los locales salieron a rifarse el pellejo en este partido, conocedores de que hasta la fecha ningún equipo de la NBA ha dado vuelta a una serie en contra 3-1.

La victoria de los Mavericks de este martes obliga a que la final por el título se traslade hacia Miami, donde se jugará el sexto partido el domingo y el séptimo en caso de ser necesario el martes próximo.

Dallas le devolvió la moneda a Miami cuando le superó 21-9 en los 10 minutos finales, aunque los últimos 60 segundos del partido se jugaron con el público de pie y la pizarra colgando de un hilo para los de casa.

Luego del enceste de Terry que puso delante a Dallas, éste se adelantó 82-78 por dos tiros libres de Nowitzki, pero Miami replicó con doble de Bosh y uno de dos libres de Wade para acercarse 82-81 a 30 segundos del final.

El 'Kaiser' alemán realizó una furiosa entrada al aro para anotar en bandeja por la derecha y poner el choque 84-81, y poco después Wade realizaba su quinta volcada de la noche para mantener a Miami con aliento 84-83.

Los dos encestes de Terry desde la raya de castigo sentenciaron el triunfo de Dallas y ponen al rojo vivo la serie por la final de la NBA más disputada de los últimos años.


Fuente: Infobae

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