8 de abril de 2011

Hallan en México 59 cadáveres en 8 fosas comunes


Agentes de las fuerzas de seguridad buscaban a los pasajeros de un autobús secuestrado a fines de marzo en un estado del norte mexicano plagado de violencia, cuando se encontró ocho fosas comunes que contenían 59 cadáveres.

El hallazgo fue hecho en Tamaulipas, cerca del lugar donde hace ocho meses se encontraron 72 migrantes masacrados, informó el miércoles un vocero de la procuraduría de justicia en ese estado fronterizo con Estados Unidos.

Las fuerzas de seguridad, que investigaban versiones de que un autobús de pasajeros había sido secuestrado en el área, realizaron una incursión, capturaron a 11 sospechosos de secuestro y liberaron a cinco víctimas cautivas. A continuación hicieron el macabro hallazgo, en un total de ocho fosas, que contenían un total de 59 cadáveres. Una de las fosas tenía 43 víctimas.

El gobierno de Tamaulipas informó que el hallazgo se realizó el miércoles, y que fueron detenidos 11 sospechosos, pero la Secretaría de Gobernación federal (ministerio del interior) señaló que la primera fosa fue encontrada el sábado y que cinco sospechosos fueron detenidos por los soldados.

La oficina del presidente Felipe Calderon emitió una declaración indicando que el hallazgo ``destaca la cobardía y la carencia total de escrúpulos de las organizaciones criminales que causan la violencia en nuestro país''.

Mientras no exista confirmación inmediata de que una pandilla de narcotraficantes perpetró la matanza, los funcionarios se refieren a ellos como ``organizaciones criminales''. En el comunicado el presidente Calderón dijo que ha ordenado que las autoridades federales ayuden en la investigación y en particular se dediquen a identificar a las víctimas. Los cadáveres eran examinados a fin de determinar si eran pasajeros del autobús cuya desaparición se reportó el 25 de marzo, dijo el gobierno estatal de Tamaulipas en una declaración en que ``condenaba enérgicamente'' el crimen.

La declaración no señala a qué pandilla de narcotraficantes, si acaso, pertenecían los 11 detenidos, ni por qué secuestraron el autobús. Las investigaciones continúan para determinar el número exacto y la identidad de los occisos, dijo el vocero Rubén Darío. Tamaulipas es uno de los estados mexicanos que más ha resentido la violencia relacionada con el narcotráfico en los últimos años.

La fosa común fue hallada en la localidad rural de La Joya en la comunidad de San Fernando, el mismo lugar donde el 24 de agosto fueron encontrados los cadáveres de 72 migrantes, en su mayoría de Centroamérica que fueron muertos a tiros. Se encuentra a unos 130 kilómetros (80 millas) de la frontera con la ciudad estadounidense de Brownsville en el estado de Texas. Las autoridades atribuyeron aquella matanza a la banda narcotraficante de los Zetas, que le pelea a sus antiguos aliados del cartel del Golfo el control de la zona. Las víctimas de la masacre de agosto eran indocumentados de El Salvador, Honduras, Guatemala, Ecuador y Brasil. Un ecuatoriano y un hondureño sobrevivieron al ataque, que según autoridades mexicanas fue cometido porque los migrantes se negaron a trabajar para esa banda. Las organizaciones de las drogas en México recurren al reclutamiento de migrantes, delincuentes y jóvenes, afirman las autoridades mexicanas. También hay sicarios del narcotráfico que instalan retenes en carreteras de Tamaulipas y otros estados norteños, donde interceptan vehículos, roban y en ocasiones matan a personas. San Fernando está ubicado en una carretera importante que comunica con la frontera estadounidense, pero por ahora se desconoce si las víctimas halladas en la fosa común fueron secuestradas en esa autopista. Las bandas narcotraficantes abandonan a veces los cadáveres de rivales ejecutados en ese tipo de lugares.

fuente:elnacional.com.do

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