Si las luces de bengala fueran un invento nuevo, lo más probable es que a la mayoría de los padres no les gustaría la idea y de ninguna manera se las darían a sus hijos de seis años de edad.
Sin embargo, durante la época navideña y en los festejos de Año Nuevo millones de caras sonrientes de niños y jóvenes se encienden de felicidad al ver brillar estos fuegos artificiales que sostienen en sus desprotegidas manos.
Se calcula que sólo en el Reino Unido la mitad de las lesiones relacionadas con fuegos artificiales están vinculadas al uso de luces de bengala. Con todo y eso, para muchas personas, agitar una bengala es la experiencia que marca los festejos típicos decembrinos.