La costa este de Estados Unidos recuperaba ayer martes la normalidad tras una de las tormentas de nieve más fuertes de los últimos años, pero los viajeros deberán afrontar al menos un día más de caos en los aeropuertos de Nueva York.
El Instituto Nacional de Meteorología levantó la alerta por tormentas de nieve en el noreste del país, excepto en el estado de Maine, mientras los vientos huracanados y las nevadas azotaban ayer la costa atlántica de Canadá.
Según la Administración Federal de Aviación (FAA) estadounidense, los aeropuertos de Nueva York reabrieron el tráfico el lunes por la noche, tras un día de parálisis en una de las temporadas más intensas del año.
Más de 5,000 vuelos fueron cancelados en toda la costa este, desde Carolina del Norte hasta Maine, lo que ha llevado a los autoridades aeroportuarias a anunciar que los problemas ocasionados por el temporal no serán del todo resueltos hasta el viernes, cuando empieza un nuevo fin de semana movido por la celebración de fin de Año.
Los principales aeropuertos de Nueva York (JFK, La Guardia y Newark) registraban el martes un promedio de retrasos de entre cinco y seis horas en las llegadas, según FAA.
Newark registró 423 cancelaciones, mientras que JFK anotó 281 vuelos cancelados y La Guardia 94, explicó un portavoz de la Autoridad Portuaria de Nueva York. Estos datos suponen una mejora del tráfico aéreo, en comparación con los 1,400 vuelos cancelados el pasado domingo por culpa del temporal de nieve.
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