El Gobierno de la isla prevé que en los próximos cinco años 1.8 millones de trabajadores se incorporen al sector económico no estatal.
LA HABANA.- Cinco ministerios cubanos iniciaron hoy el proceso de reajuste laboral diseñado para reducir las abultadas plantillas estatales del país, dentro de un plan que prevé eliminar casi medio millón de empleos públicos a lo largo de este año.
Industria Azucarera, Agricultura, Construcción, Salud Pública y Turismo fueron los sectores elegidos para arrancar este "reordenamiento laboral", una de las principales medidas que plantea el Gobierno de Raúl Castro para intentar superar la grave crisis económica que asfixia a la isla.
Funcionarios de varios de estos departamentos confirmaron hoy a Efe el inicio del proceso y precisaron que se llevará a cabo de forma paulatina en los próximos cuatro o cinco meses, en función de la "magnitud" y "cantidad de trabajadores" de cada entidad.
"A partir del 4 de enero se reúne una comisión que evaluará cuáles son los trabajadores que pueden quedar disponibles (como se denomina a los que serán despedidos) y el tratamiento laboral y salarial que se les va a dar", indicó a Efe un especialista del Ministerio de Agricultura (MINAGRI).
En esas comisiones de evaluación participa, entre otros, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, sindicato único) cuyo secretario general, Salvador Valdés, ha insistido en que en este plan de ajuste laboral "nadie quedará desamparado", según declaraciones publicadas el pasado lunes por medios oficiales.
Por su parte, fuentes del Ministerio del Azúcar (MINAZ) explicaron que desde junio pasado "están listos" para ejecutar el proceso a partir de la reducción de las plantillas burocráticas, pero sin cambios en la "base productiva".
Según previsiones oficiales, en 2011 se suprimirán definitivamente en Cuba 146.000 puestos de trabajo estatales y unos 351.000 funcionarios públicos pasarán a otras formas de empleo independiente, como parte de los ajustes económicos anunciados en el país.
La reducción de las plantillas estatales "infladas" es una de las medidas más destacadas del plan de reformas económicas del presidente Raúl Castro junto a la ampliación del trabajo por cuenta propia, que se ofrece como una de las alternativas laborales para los despidos masivos en el sector público.
El Gobierno de la isla prevé que en los próximos cinco años 1,8 millones de trabajadores se incorporen al sector económico no estatal.
Con el inicio del "reajuste laboral" en estos cinco ministerios, Cuba se adentra en un año que estará marcado por el plan de ajustes económicos que deberá quedar ratificado en el VI Congreso del Partido Comunista, previsto para la segunda quincena del mes de abril.
La denominada "actualización del modelo socialista" supone en la práctica una ampliación de la iniciativa privada, la reducción del empleo estatal, la eliminación de subsidios sociales excesivos, la flexibilización del mercado inmobiliario o la aplicación de un nuevo régimen tributario, entre otros aspectos.
Precisamente, la necesidad de acometer estos ajustes y rectificar errores fueron los principales mensajes que Raúl Castro lanzó en el crítico y severo discurso que pronunció el pasado mes de diciembre ante la Asamblea Nacional.
"O rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos (...) el esfuerzo de generaciones enteras", aseveró el general Castro en aquella intervención.
También el diario oficial Granma afirmó a finales de diciembre que Cuba ha despedido un 2010 con una "revolución dentro de la Revolución" y afronta un nuevo año que no será fácil y en el que se construirá un país "diferente".
Industria Azucarera, Agricultura, Construcción, Salud Pública y Turismo fueron los sectores elegidos para arrancar este "reordenamiento laboral", una de las principales medidas que plantea el Gobierno de Raúl Castro para intentar superar la grave crisis económica que asfixia a la isla.
Funcionarios de varios de estos departamentos confirmaron hoy a Efe el inicio del proceso y precisaron que se llevará a cabo de forma paulatina en los próximos cuatro o cinco meses, en función de la "magnitud" y "cantidad de trabajadores" de cada entidad.
"A partir del 4 de enero se reúne una comisión que evaluará cuáles son los trabajadores que pueden quedar disponibles (como se denomina a los que serán despedidos) y el tratamiento laboral y salarial que se les va a dar", indicó a Efe un especialista del Ministerio de Agricultura (MINAGRI).
En esas comisiones de evaluación participa, entre otros, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, sindicato único) cuyo secretario general, Salvador Valdés, ha insistido en que en este plan de ajuste laboral "nadie quedará desamparado", según declaraciones publicadas el pasado lunes por medios oficiales.
Por su parte, fuentes del Ministerio del Azúcar (MINAZ) explicaron que desde junio pasado "están listos" para ejecutar el proceso a partir de la reducción de las plantillas burocráticas, pero sin cambios en la "base productiva".
Según previsiones oficiales, en 2011 se suprimirán definitivamente en Cuba 146.000 puestos de trabajo estatales y unos 351.000 funcionarios públicos pasarán a otras formas de empleo independiente, como parte de los ajustes económicos anunciados en el país.
La reducción de las plantillas estatales "infladas" es una de las medidas más destacadas del plan de reformas económicas del presidente Raúl Castro junto a la ampliación del trabajo por cuenta propia, que se ofrece como una de las alternativas laborales para los despidos masivos en el sector público.
El Gobierno de la isla prevé que en los próximos cinco años 1,8 millones de trabajadores se incorporen al sector económico no estatal.
Con el inicio del "reajuste laboral" en estos cinco ministerios, Cuba se adentra en un año que estará marcado por el plan de ajustes económicos que deberá quedar ratificado en el VI Congreso del Partido Comunista, previsto para la segunda quincena del mes de abril.
La denominada "actualización del modelo socialista" supone en la práctica una ampliación de la iniciativa privada, la reducción del empleo estatal, la eliminación de subsidios sociales excesivos, la flexibilización del mercado inmobiliario o la aplicación de un nuevo régimen tributario, entre otros aspectos.
Precisamente, la necesidad de acometer estos ajustes y rectificar errores fueron los principales mensajes que Raúl Castro lanzó en el crítico y severo discurso que pronunció el pasado mes de diciembre ante la Asamblea Nacional.
"O rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos (...) el esfuerzo de generaciones enteras", aseveró el general Castro en aquella intervención.
También el diario oficial Granma afirmó a finales de diciembre que Cuba ha despedido un 2010 con una "revolución dentro de la Revolución" y afronta un nuevo año que no será fácil y en el que se construirá un país "diferente".
Fuente: Diariolibre.com
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