Chuanqiu Zhang fue encadenado en China en 2005 tras una pelea con las autoridades con motivo de un préstamo para construir una casa. Los funcionarios le colocaron unos grilletes con tanta fuerza que la carne de la muñeca empezó a crecer por encima de ellos con el paso del tiempo.
"La única persona que no se dio por vencida fue mi madre que esperó y finalmente me rescató", tal y como explica.
Ahora Zhang intenta recaudar fondos para poder someterse a una operación para quitarle las dolorosas cadenas.
"Me causa mucho dolor. Siempre se inflaman y supuran pus todo el tiempo. Pero no tenemos dinero así que tengo que depender de la caridad o el buen corazón de los demás para salvar mis manos", ha comentado.
Fuente: Gentetuya.com
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