NUEVA YORK. - El huracán Irene entró a tierra en la costa de Nueva Jersey la madrugada del domingo, informaron desde Miami los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes
El huracán mantiene vientos en el límite de su categoría de 120 kilómetros por hora (75 millas por hora)
El Centro Nacional de Huracanes indicó que el vórtice de la enorme tormenta entró a la costa cerca del islote Little Egg a las 5:35 de la mañana. Fueron emitidas alertas de huracán para las costas de Virginia hasta Sagamore Beach en Massachusetts.
La tormenta se mantuvo como un huracán de Categoría 1 y los meteorólogos no esperan cambios en su potencia antes de que entre definitivamente a tierra en las próximas horas.
El centro indicó que Irene se ubicaba a 160 kilómetros (100 millas) al sur-suroeste de la ciudad de Nueva York y se desplaza con rumbo norte-noreste a 30 kilómetros por hora (18 millas por hora).
El huracán, debilitado pero aún peligroso, paralizó la ciudad de Nueva York, desató fuertes lluvias en Carolina del Norte y Virginia y dejó sin energía eléctrica a dos millones de hogares y negocios. Al menos ocho personas murieron.
Irene es un huracán de categoría uno, la más débil en la escala de cinco peldaños, con apenas mayor intensidad que una tormenta tropical. Empero, se le seguía considerando altamente peligrosa, capaz de provocar inundaciones catastróficas en buena parte de la costa del este, con una combinación de marejadas, olas colosales y lluvias intensas de 15 a 30 centímetros (seis pulgadas a un pie) de precipitación.
No hubo vientos con fuerza de huracán sobre tierra la madrugada del domingo y sólo se registraron a un área relativamente pequeña sobre el Océano Atlántico mientras el vórtice del huracán seguía viajando sobre el agua después de entrar brevemente en Carolina del Norte. Sin embargo, bandas de viento con fuerza de tormenta tropical azotaron en un amplio sector en tierra y se esperaba que Irene continuara siendo huracán cuando el ojo de la tormenta nuevamente entre en tierra en el área de Nueva York alrededor del mediodía del domingo.
Las calles de la ciudad de Nueva York quedaron vacías, el tren subterráneo suspendió el servicio y en toda la metrópoli imperaba una tensa calma. Washington se preparaba también para la llegada de Irene, lo mismo que Filadelfia, la costa de Nueva Jersey y el área metropolitana de Boston. El sistema de tormenta también trae consigo una gran cantidad de lluvia y bandas de nubosidad de hasta 805 kilómetros (500 millas) y amenaza a un arco de ciudades donde residen 65 millones de habitantes.
El huracán provocó olas de dos metros (siete pies). En la bahía de Nueva York, aún cuando el vórtice del sistema se encuentra a horas de distancia, se generó una creciente de la marea de hasta un metro (3,5 pies) la madrugada del domingo.
El huracán mantiene vientos en el límite de su categoría de 120 kilómetros por hora (75 millas por hora)
El Centro Nacional de Huracanes indicó que el vórtice de la enorme tormenta entró a la costa cerca del islote Little Egg a las 5:35 de la mañana. Fueron emitidas alertas de huracán para las costas de Virginia hasta Sagamore Beach en Massachusetts.
La tormenta se mantuvo como un huracán de Categoría 1 y los meteorólogos no esperan cambios en su potencia antes de que entre definitivamente a tierra en las próximas horas.
El centro indicó que Irene se ubicaba a 160 kilómetros (100 millas) al sur-suroeste de la ciudad de Nueva York y se desplaza con rumbo norte-noreste a 30 kilómetros por hora (18 millas por hora).
El huracán, debilitado pero aún peligroso, paralizó la ciudad de Nueva York, desató fuertes lluvias en Carolina del Norte y Virginia y dejó sin energía eléctrica a dos millones de hogares y negocios. Al menos ocho personas murieron.
Irene es un huracán de categoría uno, la más débil en la escala de cinco peldaños, con apenas mayor intensidad que una tormenta tropical. Empero, se le seguía considerando altamente peligrosa, capaz de provocar inundaciones catastróficas en buena parte de la costa del este, con una combinación de marejadas, olas colosales y lluvias intensas de 15 a 30 centímetros (seis pulgadas a un pie) de precipitación.
No hubo vientos con fuerza de huracán sobre tierra la madrugada del domingo y sólo se registraron a un área relativamente pequeña sobre el Océano Atlántico mientras el vórtice del huracán seguía viajando sobre el agua después de entrar brevemente en Carolina del Norte. Sin embargo, bandas de viento con fuerza de tormenta tropical azotaron en un amplio sector en tierra y se esperaba que Irene continuara siendo huracán cuando el ojo de la tormenta nuevamente entre en tierra en el área de Nueva York alrededor del mediodía del domingo.
Las calles de la ciudad de Nueva York quedaron vacías, el tren subterráneo suspendió el servicio y en toda la metrópoli imperaba una tensa calma. Washington se preparaba también para la llegada de Irene, lo mismo que Filadelfia, la costa de Nueva Jersey y el área metropolitana de Boston. El sistema de tormenta también trae consigo una gran cantidad de lluvia y bandas de nubosidad de hasta 805 kilómetros (500 millas) y amenaza a un arco de ciudades donde residen 65 millones de habitantes.
El huracán provocó olas de dos metros (siete pies). En la bahía de Nueva York, aún cuando el vórtice del sistema se encuentra a horas de distancia, se generó una creciente de la marea de hasta un metro (3,5 pies) la madrugada del domingo.
Fuente: Diariolibre.com
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