7 de diciembre de 2010

Todos vemos el mundo de forma distinta

La mayoría de los seres humanos asumimos que la forma como percibimos visualmente el mundo es muy similar entre personas.

Ilusión de Ebbinghaus (Dr Samuel Schwarzkopf, UCL)

Casi todos vemos el círculo de la izquierda más pequeño que el de la derecha (pero son del mismo tamaño).

Pero ahora una nueva investigación descubrió que, de hecho, todos vemos el ambiente que nos rodea de forma distinta.

Los investigadores de la Universidad de Londres descubrieron que una región del cerebro, llamada corteza visual primaria, es la responsable de procesar lo que vemos en el mundo.

Y ésta región, dicen los científicos, tiene un tamaño muy diferente entre un individuo y otro, lo cual afecta la forma como vemos lo que nos rodea.

Los científicos, que publican su estudio en Nature Neuroscience, llevaron a cabo una serie de experimentos con 30 voluntarios en los que les mostraban varias de ilusiones ópticas.

Asimismo, por medio de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) pudieron medir la corteza visual primaria de cada participante.

Descubrieron que el tamaño de todas las cortezas visuales de los individuos variaba mucho, y también la forma como cada uno procesaba las ilusiones ópticas.

"Nuestro estudio revela que la forma como percibimos el mundo subjetivamente depende de la arquitectura de nuestro cerebro" explicó a la BBC el doctor Samuel Schwarzkopf, quien dirigió el estudio en Centro Wellcome Trust para Neuroimágenes de la Universidad de Londres.

"Por ejemplo, vimos que entre más pequeña era la corteza visual primaria de los participantes, más pronunciada era la ilusión visual", agrega.

Entre las ilusiones ópticas presentadas a los voluntarios estaban varias bien conocidas, como la ilusión de Ebbinghaus, que muestra dos círculos del mismo tamaño pero uno rodeado de "pétalos" circulares más grandes y el otro de "pétalos" más pequeños.

La mayoría de la gente suele ver el primer círculo como más pequeño que el segundo.

Vimos que entre más pequeña era la corteza visual primaria de los participantes, más pronunciada era la ilusión visual

Dr. Samuel Shwarzkopf

También se les presentó la ilusión de Ponzo, en la que los voluntarios veían dos líneas verticales de tamaño idéntico sobre la imagen de un túnel. En ésta, la línea colocada al final del túnel parece más grande que la colocada al principio.

Cuando los investigadores presentaron estas imágenes descubrieron que todos los participantes las veían de forma distinta.

Por ejemplo, para algunos había una diferencia "enorme" (puramente ilusoria) en el tamaño entre los dos círculos. Pero otros casi no notaban diferencias.

Más tamaño, menos engaño

"Las ilusiones ópticas nos desconciertan e inspiran nuestra imaginación, pero en realidad lo que hacen es demostrarnos que la forma como vemos el mundo no necesariamente es precisa físicamente, sino depende mucho de nuestro cerebro" dice el investigador.

"Las ilusiones como las que utilizamos, por ejemplo, influyen en qué tan grande se ve un objeto, es decir nos engañan para hacernos creer que dos objetos idénticos tienen diferentes tamaños".

"Y nuestro estudio demuestra que la forma como un objeto aparece frente a nosotros depende del tamaño de la región del cerebro que es necesaria para la visión".

Es decir, afirma el investigador, "qué tanto nos engaña nuestro cerebro depende de qué tanto "patrimonio" el cerebro ha dedicado al procesamiento visual".

Y el científico cree que la forma como procesamos el mundo que nos rodea tiene una influencia en todo lo que hacemos, nuestras conductas y decisiones.

"Es claro que cada uno vemos el mundo de distinta forma y ahora tenemos un vínculo entre la forma como el cerebro está organizado y la forma como percibimos lo que nos rodea".

Fuente: BBCmundo

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