SD. Lanzar un partido sin hit en el béisbol (a cualquier nivel, especialmente en las Grandes Ligas) puede que sea tan difícil como hacer un hoyo en uno en el golf o anotar un disparo de extremo a extremo en el baloncesto. Un asunto de casualidad.
Sin embargo, el final de la bautizada "Era de los Esteroides" (para muchos entre 1996 y 2005) ha dado espacio para que los partidos sin imparables, o los coqueteos con éstos, sean una hazaña de menor asombro.
Este mes se lanzaron dos no-hitters (Francisco Liriano y Justin Verlander). Pero otros tres lanzadores llevaron partidos sin hit hasta el séptimo capítulo. Desde 2011 se han tirado ocho partidos completos de dos o menos hits, la mayor cantidad desde 1992. Desde que comenzó a jugarse las Grandes Ligas (1876) se han lanzado 271 partidos sin hit, 228 de ellos en la llamada era moderna, que inició en 1990.
Nolan Ryan, quien ostenta la marca individual de más partidos sin hits, con siete, entiende que el aumento del número de encuentros sin que un equipo logre batazos por terreno de nadie obedece a que las organizaciones están poniendo más énfasis en el desarrollo de lanzadores.
"Para poder lanzar múltiples no-hitters, tienes que tener un repertorio dominante y calidad en lanzamientos secundarios. Parece que hay una gran cantidad de lanzadores jóvenes que tienen esas cualidades", dijo Ryan al diario USA Today.
En 2010 se coqueteó con romperse la marca cuando se lanzaron un total de seis partidos. En 1990 y 1991 (entre ellos uno combinado entre Kent Merker, Mark Wohlers y Alejandro Peña) se lanzaron siete, en cada campaña, para establecerse el récord que reconoce MLB del béisbol moderno. Pero en 1884 se registra que se lanzaron ocho partidos, en una época cuando las transferencias se lograban con tres bolas y existía el robo de la inicial.
Fuente: Diariolibre
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