SANTO DOMINGO. Los ejecutivos de los equipos de las Grandes Ligas repiten una y otra vez (y lo demuestran con las grandes inversiones que hacen) que sin presencia agresiva en América Latina (especialmente en República Dominicana) es imposible competir en el béisbol de hoy.
Pero, al menos, hay una voz autorizada que difiere de este planteamiento. Dallas Green, asistente del gerente general de los Filis de Filadelfia y quien lograra gran éxito en el reclutamiento de prospectos criollos en las décadas de 1970 y 1980, entiende que el grifo dominicano se está cerrando.
"Creo que el boom de América Latina está casi agotado. Siento que esto se debe al envolvimiento de los agentes (buscones y representantes). El dominicano está casi agotado a un grado. Todavía hay algo de acción en Venezuela, pero la situación del gobierno no es buena. Y el dinero se ha ido mucho, a manera de golpe", dijo Green al periódico Philadelphia Daily News.
Como director de desarrollo de ligas menores de los Filis y con Cuquí y Quique Acevedo encargados del trabajo doméstico, Green fichó y desarrollo jugadores como Julio César Franco y Juan Samuel, quienes sobresalieron por casi dos décadas en el Big Show.
"Esa era en la que estábamos, podíamos firmar chicos (a precios) muy razonable. Y si fallaban no era una pérdida grande. Pero creo que comenzará a ir cuesta abajo debido a los agentes y los problemas de dinero y al hecho que todavía encuentra una gema aquí (Estados Unidos) y allá (Latinoamérica)", agregó Green, quien dirigió en las Mayores a los Filis, Yanquis y Mets, además de ser gerente general de los Cachorros.
Al parecer, las inversiones más recientes desmienten el planteamiento de Green. Según la revista Baseball America (BA), en 2010 de los 30 bonos más altos que se entregaron en América Latina 19 correspondieron a dominicanos, siete de ellos superiores al millón de dólares.
En 2010, los Filis apenas invirtieron en el fichaje de prospectos internacionales (principalmente latinos) US$1,4 millones, ocupando el puesto 21 entre los 30 equipos). En cambio, para fichar a ocho de los 10 jugadores que escogieron en el sorteo de los Estados Unidos invirtieron US$2,6 millones, de acuerdo con datos de BA.
Hasta mediados de la década de 1990, en el país los prospectos se firmaban con bonos que no excedían los US$15 mil hasta que los Yanquis dieron a D'Angelo Jiménez US$25 mil en 1994. En la segunda mitad de los 90's se intensificó el desarrollo de programas independientes y comienzan los bonos millonarios. En 2010, el bono promedió rozó los US$92,822.
Además de los buscones, a mediados de los 90's comenzaron a llegar al país agentes que vieron en los prospectos nichos para engordar sus inversiones.
El relevista Antonio Bastardo es el único jugador que los Filis tienen en su nómina actual firmado en el país y desarrollado en sus fincas. El equipo de Filadelfia no figura entre los 20 bonos más altos que se han entregado en el país.
Al inicio de la actual campaña, el 27% de los jugadores en nóminas de 25 hombres eran latinos. En 1990 el porcentaje era de un 13%.
Fuente: Diariolibre
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